viernes, 7 de diciembre de 2007

Sacudiendo el polvo

Creo que todos juntamos postales viejas alguna vez. La melancolía es inversamente proporcional al correr del tiempo. Los años pasan y todo cambia, todo. Hay cosas que quedan perdidas, quizás nadie las encuentre por muchos años. O quizás nadie nunca las rescate del cajón del tiempo, ¿quién sabe? Hay cosas del pasado que es mejor olvidar y hay otras que cuando reaparecen son casi oro en polvo.
La ropa, los peinados, los gestos, las formas. Todo es moda. Moda que en unos años se opaca con polvo y ya nadie recuerda. Cuando nos subimos a ese tren que todos los meses completa una nueva estación no miramos para atrás, simplemente desviamos la mirada y de golpe nada de todo eso pasó ¡Fue todo tan real! Pero ya está, es parte del pasado, y como dicen: “pasado pisado”. Pero entre los pisotones hay cosas que vale la pena rescatar porque no son simplemente una moda. Mantienen su vigencia a pesar de que no formen parte de la memoria de nadie y sean solo cosas viejas. Cosas viejas que mientras se avejentan dan sentido a muchas de las cosas que nos rodean.
Mientras la década del mp3 y la música digital llega a su fin, la tecnología sigue abriendo puertas. Quien abre una puerta cierra otra, y que ni se te ocurra volver a abrirla.
Mientras en la televisión promocionan el último modelo de celular -donde entra casi todo la música de los últimos diez años-, yo prefiero desenfundar ese disco grande, negro, polvoriento y sucio. Levanto la tapa de cristal, lo hago encajar perfectamente en su eje y apoyo el pequeño accesorio del costado con terminación en púa sobre su borde. Se escucha un ruido lluvioso, lejano e incomprensible. Sospecho que el disco de pasta dijo basta y no quiere volver a ser escuchado. Cuando la decepción empieza a ganar terreno, algo detiene su marcha. Ya no hay desilusión, ni melancolía, ni tristeza. Los primeros acordes de Whole lotta love invaden el recinto. De la mano de Led Zeppelín, un aire sesentoso se apodera del ambiente y deja atrás cualquier resquicio de modernidad. Hay cosas por las que vale la pena estar vivo.




martes, 4 de diciembre de 2007

“Con un padre carnicero, no sé si me hubiese dedicado a la música”

Con la puntualidad que no caracteriza a ningún músico, luciendo una vestimenta tradicional, típica de algún actor de televisión y el clásico andar despreocupado de cualquier rockero, llega al lugar acordado. Saluda cordialmente y una vez acomodado aclara que el tiempo, ese tópico que en sus canciones parece eterno, por lo menos hoy, no va a serlo.
Ni un músico que sabe actuar, ni un actor que sabe de música. Antonio Birabent se define como un cancionista al que le gusta experimentar caminos paralelos. Sin embargo, a la hora de diferenciar sus dos vocaciones aclara: “En la inmensa mayoría de los casos yo canto lo que compongo y como actor soy básicamente un intérprete, al que le dicen lo que tiene que hacer”.

-Da la sensación que a la hora de componer ponés especial atención a las palabras, ¿es así?
-Me gustan mucho las palabras, son muy importantes porque hablan de un estado de ánimo, de pensamiento y son el instrumento principal de mi música. La palabra, y más en este caso, cantada es fundamental.
-¿Sentís que transmitís más con las palabras que con la música?
-Yo soy un cancionista y la canción, como el título lo dice, está hecha para ser cantada. Entonces yo no soy un músico instrumental pero hay momentos de mi música que son fundamentales. No hago poesía, en todo caso hago poesía cantada. Es una conjunción pero mi preocupación original y primaria es la letra.

Sus inicios en la música datan de muy chico, cuando estaba en el vientre de su madre y seguramente escuchaba a lo lejos la voz de su padre, Mauricio, más conocido como “Moris”, cantando la triste historia del oso que tuvo que abandonar el bosque para convertirse en un bicho de ciudad. “Yo creo que tener la música siempre presente en mi casa fue lo que me decidió a hacer música. Con un padre carnicero, no sé si me hubiese dedicado a la música. Seguramente hubiese optado por otra cosa.”
Contra cualquier refrán popular, en la casa de herrero el cuchillo esta vez fue de metal y, como consecuencia, aún hoy lo persiguen los prejuicios. Birabent explica que esa misma idea de creer que para el hijo de un músico reconocido todo es más fácil, es la que lo obliga a trabajar el doble en sus composiciones.

-Litto Nebbia te escribió un tema con Los Gatos, “Antonio”, ¿qué sentís cada vez que escuchas esa canción?

-La he escuchado pocas veces. Es una canción que me gusta mucho, alguna vez pensé en cantarla cambiándole la palabra Antonio por otra. Es una pieza musical no muy conocida, no mucha gente sabe de su existencia. Me gusta mucho el mensaje que tiene, y volvemos de vuelta a las palabras, es agradable porque Litto Nebbia dice que cada uno de nosotros, cada uno de los que nacemos tenemos una estrella en el cielo para salvar y que nuestra misión en la tierra es salvar esa estrella. Me parece una idea deliciosa.

La discografía de Antonio Birabent, que tiene fecha de inicio en 1993, está compuesta por diez trabajos. Lo más curioso de su carrera es que jamás formó parte de ninguna banda. “Nunca dije `voy a ser el único caso en la historia del rock nacional que no tenga banda´. Eso se dio y de hecho es así, pero nunca lo busqué, nunca dije voy a lograr esa marca. Haciendo un balance me doy cuenta que es un caso excepcional”.
Cualquier persona que escuche dos o tres temas de Birabent puede deducir que su lírica está plagada de melancolía y retrospecciones al pasado. Pero esta característica no es sólo una cualidad artística sino que también representa una forma de pensamiento para él. Cuando de hablar del futuro se trata, el músico prefiere “no jugar a hacer ciencia ficción” y alimentarse del pasado para poder vivir el presente. “El futuro es un tiempo incierto que todos desconocemos, es difícil hablar de lo que uno desconoce, por eso yo prefiero vivir de las cosas que se que ya tuvieron un lugar en el tiempo”, explica.
Un poeta urbano que giró siempre alrededor del rock cancionero y se manifiesta fanático del tango y la década del ´40. Con la mirada clavada en un punto fijo, piensa varios segundos antes de responder a cada pregunta, como si se tratase de un interrogatorio donde el margen de error es mínimo. Sus expresiones son elaboradas, complejas y están repletas de metáforas. De repente, el aluvión de palabras que salían de su boca dan paso a un extraño silencio y automáticamente arremanga su mano para ver la hora. Casi como si hubiese entendido la señal, el botón rojo del grabador sale disparado hacia arriba. A partir de ese momento, todo lo que Birabent diga, no serán más que palabras que se vuelen con el viento.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Un recorrido que hizo historia

Autopista 61: Largo camino paralelo al Mississipi que va desde Nueva Orleáns hasta la frontera con Canadá. Un tal Robert Zimmerman cuenta que Dios le explicó a Abraham que ese era el lugar donde debía matar a uno de sus hijos. Dicen que después de completar el recorrido uno nunca vuelve a ser el mismo...
En el año 1965, Bob Dylan editó su sexto trabajo discográfico, Highway 61 Revisited. El bluesero más negro de Memphis, algún cantante blanco de country, un tradicional intérprete de folk y el rockero más moderno se mezclan en una armoniosa combinación de estilos y melodías.
Lo mejor no siempre queda para el final y Dylan se percató de esto. El tema que inaugura el disco, Like a Rolling Stone, es una de las piezas más esenciales en la historia del rock. El innovador juego entre dos teclados, una guitarra slide y la siempre presente armónica ponen música a una letra repleta de ironías y crítica social.
Después de cuatro excelentes canciones de blues, cada una manchada con tinta de un género diferente, llega otro vestigio fundamental del álbum, Queen Jane Approximately. Un órgano hammond, un teclado común y el acompañamiento del bajo y la batería, sirven como marco para que Bob saque a relucir las miserias humanas y se ría de ellas.
El tema que da nombre al disco es una clásica composición en blues de doce compases, que innova en cuanto al papel de la guitarra que se dedica únicamente a hacer arreglos. Es interesante la historia que cuenta, enmarcada en la Autopista 61, y que regenera un peculiar diálogo bíblico.
Sobre el final, Desolation Row, de la mano de dos guitarras, transforma en melancolía la tristeza, rabia y alegría que pasearon por el suelo de esta autopista. Lugar donde muchos iniciaron su senda musical y donde algunos otros, aún hoy, pasean mientras el viejo Bob, en estos tiempos modernos, los mira desde algún sitio, en su eterna Minnesota.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Introducción a la psicodelia

“The Piper at the gates of dawn” es el primer disco oficial de Pink Floyd. Psicodelia en estado puro fluye por las pistas de este trabajo, donde el cerebro creador de Syd Barrett, alimentado por importantes dosis de ácido lisérgico, encontró la infusión exacta sobre el hilo que divide la cordura de la locura. Una línea bien marcada de bajo, acompañada por ocasionales apariciones rítmicas, se unen a una guitarra con la reverberación perfecta y las frases innovadoras de los teclados para personificar a los largo de once tracks a gnomos, espantapájaros, hadas y otros objetos sobrenaturales.



lunes, 5 de noviembre de 2007

Un buen cóctel de pop y rock para mover los pies

Cientos de fans eran protagonistas de una interminable hilera organizada por personal de seguridad elegantemente vestido, que conducía a las inmediaciones del estadio de Vélez Sarsfield. A medida que pasaban los minutos la desesperación se hacía presente en quienes formaban fila para ingresar al Festival Yeah!

Con la puntualidad que caracteriza a cualquier conjunto extranjero, apenas cumplidas las 20, los parlantes del escenario acordaron expulsar los primeros acordes, en manos de los británicos de Starsailor. Un show con bastantes matices, algunos hits y un cantante con un peculiar fanatismo por intentar hablar en castellano, se mimetizaron con los pocos expectadores que a esa hora ya formaban parte del lugar.

Después de casi una hora de recital, los ingleses pusieron punto final a su actuación y dieron lugar a que el escenario sea poblado por los integrantes de Travis. Ya con un estadio casi lleno, la banda oriunda de Escocia presentó algunos de los temas de su último trabajo y repasó parte de su historia. Sobre el final, los músicos se abrazaron frente al micrófono principal y, casi como si estuviesen en un fogón, hicieron una versión acústica en cuatro voces y una guitarra del tema “Flowers in the window”.

Cerca de la medianoche, The Killers, la atracción principal del festival, pisó el escenario que ya estaba cubierto por una interesante escenografía que recreaba “Sam´s town”, esa ciudad imaginaria, basada en un casino, que la banda norteamericana creó en su último disco. A modo de ópera rock, las primeras tres canciones se fusionaron entre sí y dieron rienda suelta al delirio de miles de fanáticos.

Con climas tan variados que pasaron de un potente rock a la más romántica de las baladas, la banda recorrió casi la totalidad de sus dos trabajos discográficos, en una lista que incluyó sus canciones más conocidas, material nuevo y un pequeño homenaje a Joy Division.

Después de una hora y media de show, The Killers se cerró con “All these things that I´ve done”. Mientras el público coreaba los últimos versos, la banda se despidió, agradeció y segundos después el telón se cerró y las luces del estadio encandilaron a quienes allí estaban.

En el momento de la salida, la desorganización fue tanta, que incluso muchos tardaron casi una hora en abandonar el lugar. Este episodio puede haber opacado un poco el festival, pero lo cierto es que, después de cuatro horas de buena música, ¿quién te quita lo bailado?

jueves, 18 de octubre de 2007

Manual de drogas

Flashback: Hace unas semanas prendía la radio y me enteraba de una chica fallecida por la letal mezcla de una pastilla de éxtasis con alcohol. Me llamó la atención pero a decir verdad no le di demasiada importancia.

Ayer mirando la televisión me entero del caso de la adolescente que, aparentemente, falleció tras ingerir pastillas y alcohol también. Digo aparentemente porque el hipócrita del padre salió a decir que su chiquita había tomado ”sólo un poquito de alcohol”.
“Los adolescentes están perdidos”, “es culpa de los padres”, “la droga es letal”, “tiene que terminarse de una vez por todas el narcotráfico”. Los medios están inundados de este tipo de discursos moralistas que carecen de sentido. Nadie va a dejar de hacerlo porque sus padres se lo digan, ni porque venga el verdugo a condenarlos.
Es hora de dejar a un lado el discurso estúpido, poco constructivo y con aires de represión, para con las drogas. Quizás sea el momento de obviar la producción de esas campañas publicitarias que producen más risa que conciencia.
Quizás algún día los medios de comunicación y quienes informan a la sociedad decidan invertir su valioso tiempo en explicar que el que fuma tres porros se va a quedar dormido, que el que tome varias líneas del polvo blanco no va a pegar un ojo por varios días y que al que mezcle pastillas con alcohol, con suerte, lo cruzaremos en otra vida. En ese momento tal vez empecemos a evitar este tipo de muertes estúpidas. Pero mientras tanto, muchos más seguirán presos de ese cóctel que los llevará derechito a la tumba.

martes, 4 de septiembre de 2007

Hielo y malas noticias para un bebé

1- A partir de mañana, llamando desde cualquier celular se podrá escuchar como dos glaciares se derriten en Austria. No es broma, con tan sólo discar 00498937914058 comienza la transmisión del deshielo, en vivo y con un costo de solamente 10 euros por minuto.
Para quienes carezcan del sostén económico, por un poco menos de dinero se puede hacer un tour por la ciudad y descubrir que los hielos de Europa no son lo único que se cae a pedazos.

2- Parece que Alejandro Sanz estaría esperando un hijo con su asistente. En estos días el "músico" saldría a blanquear la relación con la susodicha y a confirmar el rumor del embarazo.
Esta es una de esas noticias para guardar y tener a mano. Cada vez que uno esté deprimido basta con sacar el papel del bolsillo, leerlo y exclamar casi en forma de alivio: "Las cosas podrían ser peor, ¡que suerte que me tocó nacer acá!".

viernes, 17 de agosto de 2007

Amor, paz, rock y drogas - Especial Woodstock - Parte III

El festival en sí fue único. Hay y hubo siempre una tendencia por prestarle especial atención a los finales de todas las cosas. Por ejemplo, una película buena sin un final atractivo pierde su categoría como tal. Se podría decir que los recitales también entran dentro de esta “regla”. A la hora de analizar el final de Woodstock, pocas cosas se le asemejan.
Jimi Hendrix solicitó desde un principio que quería ser él quien cerrara la ceremonia y, de esta manera, se programó su show para el final del festival, cerca de la medianoche que dividía el domingo del lunes.
A las 9 de la mañana del lunes (sólo 9 horas después de lo programado) los parlantes del escenario acordaron expulsar el inconfundible riff de Voodoo Child y, cuando todos esperaban el comienzo de la canción, los dedos del Dios de la guitarra transformaron el himno estadounidense en una versión eléctrica. “Aunque estemos en contra de la política de nuestro país, seguimos siendo americanos”, declararía Hendrix más tarde.
La lista de canciones duró dos horas en conocer su final. Una excelente versión de Hey Joe, con improvisación incluida, fue la frutilla de un postre que quedaría en el recuerdo de muchos como el acontecimiento más importante que tuvo el rock en su historia.



jueves, 16 de agosto de 2007

Amor, paz, rock y drogas - Especial Woodstock - Parte II

Woodstock fue mucho más que un concierto de música. El show era tan sólo la cara visible detrás de decenas de ideologías y pensamientos que se buscaron transmitir a una sociedad que estaba cegada por los principios de un sistema ambicioso y egoísta, que no encontraba otra salida a los problemas más allá de la incoherencia de una guerra.
Caminando por las tierras de la granja de la paz y el amor lo más posible era cruzarse con miles de hippies (denominación despectiva que les puso la gente), que se manifestaban en contra de la guerra contra Vietnam y a favor del amor libre, el ecologismo, el comunismo y el arte. Se identificaban por sus largos y desprolijos cabellos, sus amuletos y sus prendas casi tan coloridas como un arco iris.
El ambiente permanecía sobrevolado por una inmensa nube a base de humo de marihuana que, junto con miles de ideales, serían arrasados por algún viento pasajero que los llevaría a perderse entre la oscuridad de la noche y desaparecer para siempre.




miércoles, 15 de agosto de 2007

Amor, paz, rock y drogas - Especial Woodstock - Parte I

Hoy, 15 de agosto, se cumplen 38 años del inicio del festival de música más importante en la historia del rock: Woodstock. Para quienes no tuvimos la suerte de vivir durante los ´60 y ´70, resulta casi imposible imaginar un espectáculo musical en una granja, donde no era necesario ahorrar meses y meses para pagar una entrada con un precio desorbitante, donde no había publicidades de celulares, ni pantallas de plasma, ni sonido cuadrofónico.
Los días previos al show, la atención no estaba puesta en las estrategias de marketing para vender la mayor cantidad de entradas y enriquecer a algún empresario del rock, ni en armar las grillas de manera tal que sea necesario adquirir los pases para las tres fechas. El centro de atención eran los músicos y en eso mismo se centraba todo: en la música.
Ojalá algún día alguien se de cuenta de cuánto mal le hacen a la música los empresarios y cuánto bien haría volver a la viejas costumbres. No es necesario alquilar los escenarios más costosos, ni los mejores equipos, ni preparar una escenografía que valga millones de dólares para hacer historia. Con un poco de sentimiento, compromiso y una mínima cuota de talento se podrían lograr grandes cosas, después de todo de eso se trata el rock...


jueves, 9 de agosto de 2007

Rock puro

Un video vale más que mil palabras. Sin embargo, un par de acotaciones no representan sobras en este caso. Hubo alguna vez una banda a principio de los 70s que hacía mucho más que rock.
Guitarras distorsionadas a puro volumen, sutiles arreglos encajados casi a la perfección como pieza maestra de un engranaje, teclados ejecutados en el tempo justo, una voz difícil de confundir y una base de bajo y batería sobre la que el peor músico podía olvidar su falta de aptitudes, formaban un cóctel explosivo del que pocos toman nota hoy en día.
Ron Wood, Ian McLagan, Rod Stewart, Ronnie Lane y Kenney Jones (en el mismo orden que arriba), eran los cuerpos humanos detrás de estas exquisitas melodías, agrupados todos bajo el pseudónimo de “The Faces”.
Todo es poco, nada es suficiente y es difícil encontrar las palabras exactas para describir música. El video habla por sí solo…



martes, 7 de agosto de 2007

Dime que disco compras y te diré quién eres

1- Patito Feo, High School Musical, Casi Ángeles, Chayanne, Ricardo Arjona... La lista de los discos más vendidos sigue y a medida que avanza se torna más preocupante. Atrás quedaron épocas donde cada uno escuchaba lo que quería, donde la música era música y no un negocio. Este ranking no habla de gustos ni de apreciaciones musicales, lo único que hace es dejar al descubierto una sociedad estúpida, manejada por un sistema que pocos ven y muchos consumen.


2- Me Verás Volver, el disco de hits de Soda Stereo, resultó ser el más vendido en los últimos días. Que bien, por lo menos se sigue consumiendo el rock… ¡en pequeñas dosis de 18 canciones sólo aptas para personas que hace un par de meses descubrieron que Soda Stereo no era la marca de una gaseosa!

viernes, 20 de julio de 2007

Curiosidades de un día cualquiera

Hace 38 años un tripulante de la misión espacial Apolo XI ponía un pie sobre la luna. Mientras tanto, unos cuantos miles de kilómetros más abajo a un hombre se le ocurría ese mismo día conmemorar el "día del amigo".
Mientras un puñado de científicos permanecía horas y horas detrás de extrañas máquinas analizando la primer llegada del hombre a la luna, un argentino, Enrique Ernesto Febbraro, para no ser menos, mandaba alrededor de 700 cartas a distintos países con la propuesta de festejar el 20 de julio el día de la amistad. No hay datos precisos sobre cuántas fueron las adhesiones a la propuesta pero, sin embargo, la fecha conmemorativa quedó decretada.
Hoy, unos cuantos años después, los restaurantes registran récords de reservas, la líneas de celulares colapsan, aumenta indiscriminadamente la venta de absolutamente todo, las publicidades inundan los medios y cada uno de nosotros recibe el deseo de "feliz día" dándose cuenta, de esta manera, que tenía muchos más amigos de los que pensaba.
Está comprobado que más del 80 por ciento de la gente a la que le deseamos un feliz día no son -ni están cerca de ser- nuestros amigos. A pesar de esto, hoy 20 de julio, levantemos las copas y brindemos por el otro 20 por ciento restante y por un argentino que, con algo de ingenio, encontró otra manera más de enriquecer el negocio de algunos afortunados.

martes, 10 de julio de 2007

Crónicas del día blanco

Evidentemente no estaba en los planes de nadie. Cayó nieve en la ciudad de Buenos Aires, se derritió y desapareció casi tan rápido como para no dejar rastros de su visita. ¿Sorprendente? Si, por supuesto. Pero mas extraño aún resultan las reacciones de la gente.
Muchos incrédulos tardaron horas en creer que eso blanco que caía del cielo era nieve. Cuando por fin asimilaron el fenómeno, éste ya era parte del pasado. Otros tantos aprovecharon la ayudita de la madre naturaleza y mandaron a los nenes a jugar a la calle y, ya que estaban, cancelaron el viaje a Bariloche. Total es lo mismo, y, si se puede ahorrar, mejor.
Allegados a un canal de televisión informaron que Mirtha Legrand se puso furiosa cuando le entregaron el guión de su programa. “¡¿Otra vez lo mismo?! Hicimos un programa igual en 1918 con esto de la nieve y fue un fracaso”, increpó la señora.
Lo más asombroso fue ver a Keith Richards paseándose por San Telmo. Circularon rumores sobre un show de los Rolling Stones en los próximos días, pero enseguida fue desmentido. Nadie entendía mucho la presencia del guitarrista en las calles porteñas, hasta que el grito de una mujer develó el misterio: “¡No hombre, levántese del suelo que eso es nieve, se va a congelar la nariz!”.
Por su parte, desde el gobierno aprovecharon para desviar la atención hacia otro lado y olvidar la sospechosa suma de dólares que se le encontró a la ministra de Economía en el baño de su despacho. Que maravilloso lo que puede lograr un fenómeno como éste: que todos nos olvidemos del Ministerio de Economía y pongamos nuestra atención en el de Medio Ambiente. Ah, no, cierto que ahí también pasan cosas raras...


jueves, 5 de julio de 2007

Energía cero...

1988: La crisis energética obligo al entonces presidente, Raúl Alfonsín, a aplicar un “racionamiento”. Se programaron cortes de luz de 6 horas diarias en todos los hogares. La furia estalló y eso fue, quizás, uno de los factores que obligó al mandatario a despedirse de su cargo antes de la fecha programada.
2007: La historia se repite. En una época donde la campaña electoral es lo más importante en la agenda política, el presidente Kirchner opta por afectar sólo a las empresas. Los cálculos no cierran, el déficit energético aumenta pero desde Casa Rosada aclaran que “la energía de los hogares no se toca”.
¿Cuánto tiempo más aguantará el gobierno en esta postura de cuidar su imagen de cara a las elecciones de octubre? Algunos especialistas subrayan que los días de abastecimiento energético están contados ¿Sería mejor programar un ahorro diario o que la ciudad quede a oscuras? Ninguna de las dos.
Esperemos que el “inconveniente” no pase a mayores, de lo contrario nos vamos a ver, como vaticinaba Charly en sus Sinfonías Para Adolescentes,
paralizando la tierra…el día que apagaron la luz.

domingo, 1 de julio de 2007

¡Que vuelvan todos!

Primero fue Sumo. Un show improvisado a último momento sobre el escenario de un festival de música fue suficiente para la fugaz reaparición. Quienes lo presenciaron aseguran que fue único.
Para esos días también se conoció la noticia de que Sting y los suyos vendrían con The Police a visitar nuestro país. Otro grupo que había escrito varias páginas en la historia del rock y volvía por algunas más.
Primera semana de junio: el fenómeno empieza a tomar forma cuando se confirma que Soda Stereo daría algunos shows en el estadio de River. Tratándose del más mediático de los retornos, las entradas tuvieron una disponibilidad de apenas tres días.
Los Gatos también dijeron presente y, aprovechando la ocasión, Litto Nebbia y otros tres integrantes de la agrupación original decidieron reconstruir lo que quedaba de su balsa e irse a naufragar.
En la última semana se habló de una reunión entre Jimmy Page y Robert Plant, ¿también vuelve Led Zeppelin? Quizás sea sólo especulación, al igual que el titular de un diario que habló estos días de una "reunión beatle” entre Paul, Ringo y las esposas de John y George, ¿se las imaginan cantando y tocando la guitarra respectivamente? Dios mío, lo peor de todo es que muchos después jurarían que vieron a los de Liverpool en vivo.
Si esto último le sonó a alguien muy “tirado de los pelos”, quizás sea porque no se enteró de la última noticia: el 24 de enero del año que viene estarán en la Argentina nada más y nada menos que… ¡las Spice Girls! No es broma. Parece ser que el fenómeno de la vuelta a los escenarios también pegó bastante fuerte en el circo.

jueves, 28 de junio de 2007

Preludio

Creo que todos alguna vez las odiamos. No tienen mucho sentido. Son ese primer paso que se puede saltear sin perder mucho en el camino. Para algunos dormidos vale la aclaración: no va a haber bienvenida. Por una cuestión de formalidades sólo intento inaugurar este "espacio virtual". Un lugar sin techo ni paredes, tan amplio como pequeño y con la misma dosis de locura y cordura sobre la balanza.
Música, actualidad y humor serán algunas de las vedettes más importantes que desfilarán sobre este escenario casi imaginario. La entrada es sin cargo, la consumición obligatoria y la estadía máxima ronda los diez minutos.
Cuide sus pertenencias, apague el celular y ajústese el cinturón. El show está por comenzar…