jueves, 18 de octubre de 2007

Manual de drogas

Flashback: Hace unas semanas prendía la radio y me enteraba de una chica fallecida por la letal mezcla de una pastilla de éxtasis con alcohol. Me llamó la atención pero a decir verdad no le di demasiada importancia.

Ayer mirando la televisión me entero del caso de la adolescente que, aparentemente, falleció tras ingerir pastillas y alcohol también. Digo aparentemente porque el hipócrita del padre salió a decir que su chiquita había tomado ”sólo un poquito de alcohol”.
“Los adolescentes están perdidos”, “es culpa de los padres”, “la droga es letal”, “tiene que terminarse de una vez por todas el narcotráfico”. Los medios están inundados de este tipo de discursos moralistas que carecen de sentido. Nadie va a dejar de hacerlo porque sus padres se lo digan, ni porque venga el verdugo a condenarlos.
Es hora de dejar a un lado el discurso estúpido, poco constructivo y con aires de represión, para con las drogas. Quizás sea el momento de obviar la producción de esas campañas publicitarias que producen más risa que conciencia.
Quizás algún día los medios de comunicación y quienes informan a la sociedad decidan invertir su valioso tiempo en explicar que el que fuma tres porros se va a quedar dormido, que el que tome varias líneas del polvo blanco no va a pegar un ojo por varios días y que al que mezcle pastillas con alcohol, con suerte, lo cruzaremos en otra vida. En ese momento tal vez empecemos a evitar este tipo de muertes estúpidas. Pero mientras tanto, muchos más seguirán presos de ese cóctel que los llevará derechito a la tumba.