Los días previos al show, la atención no estaba puesta en las estrategias de marketing para vender la mayor cantidad de entradas y enriquecer a algún empresario del rock, ni en armar las grillas de manera tal que sea necesario adquirir los pases para las tres fechas. El centro de atención eran los músicos y en eso mismo se centraba todo: en la música.
Ojalá algún día alguien se de cuenta de cuánto mal le hacen a la música los empresarios y cuánto bien haría volver a la viejas costumbres. No es necesario alquilar los escenarios más costosos, ni los mejores equipos, ni preparar una escenografía que valga millones de dólares para hacer historia. Con un poco de sentimiento, compromiso y una mínima cuota de talento se podrían lograr grandes cosas, después de todo de eso se trata el rock...

1 comentario:
tenes tanta razon ojala alguien te escuche
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